Tras un exigente proceso de evaluación, en el transcurso de muy pocas semanas el Ministerio de Educación Nacional de Colombia aprobó a la UNAD sus primeros tres programas de doctorado.
Se trata de los doctorados en “Educación, Tecnología y Pedagogías Emergentes”, en “Tecnologías de Información”, y en “Gestión e Innovación Sostenible”, siendo los primeros con este enfoque investigativo e interdisciplinar del país, y en modalidad 100 % virtual.
Según nuestra legislación (Ley 30 de 1992), “los programas de doctorado se concentran en la formación de investigadores a nivel avanzado tomando como base la disposición, capacidad y conocimientos adquiridos por la persona en los niveles anteriores de formación” (un pregrado y, casi siempre, mínimo un título de maestría).
En el más riguroso y exigente mundo de la academia, ello constituye un símbolo de prestigio y la “graduación” de nuestra institución como toda una Universidad, con mayúscula. No todas las universidades ofertan doctorados y las que logran dicho reconocimiento es porque la comunidad académica, y el Estado, certifican que dicha madurez (investigar en la frontera de los saberes y las disciplinas y generar nuevos conocimientos) es resultado de un trabajo consolidado de grupos y líneas de investigación y que estos programas están soportados por investigadores de muy alta cualificación ante Minciencias, grupos y redes internacionales de estudio inter y transdisciplinar, así como de laboratorios, publicaciones, artículos científicos e integración de diversos niveles de formación.
Tradicionalmente, la maduración y aprobación de los programas doctorales le ha tomado décadas a las universidades colombianas. La mayoría de los ya existentes operan en universidades centenarias y la UNAD es la más joven institución en obtener este reconocimiento. Nuestra apuesta por estos programas inició con el liderazgo continental que alcanzamos tras la pandemia, no sólo por la experiencia que ya teníamos en la modalidad, sino por la confirmación de la efectividad de nuestra investigación en procesos de aprendizaje, en la adopción de la heutagogía como apuesta formativa, en los desarrollos propios de la tecnología educativa y en la validación de resultados.
Nuestros doctorados son producto de la convicción y la pasión por la educación y la búsqueda de nuevas formas de impactar más y mejor a la sociedad. A ellos sólo acceden profesionales consagrados a la investigación y a crear nuevos paradigmas en el conocimiento. No son programas de acceso masivo, sino de excelsa selección de sus candidatos, y constituyen la puerta de entrada a los rankings internacionales que valoran los resultados de investigación: artículos, libros, patentes, citaciones…
Pero también son producto de una universidad que, pese a los vientos en contra, se ha desafiado para superar paradigmas limitantes y demostrar que basta con el trabajo en equipo, la seriedad, la convicción y los propósitos claros para remar siempre hacia adelante.
Estos doctorados no solo representan un avance sin precedentes en la historia de nuestra universidad, sino que también responden a una deuda histórica con la democratización del conocimiento, permitiendo que profesionales en todos los territorios del país accedan a formación científica de alto nivel.
Empezamos como una universidad para los habitantes del sur de Bogotá, y hoy llegamos a todos los continentes; una ley nos creó como institución universitaria, y demostramos nuestra capacidad de autorregularnos y ser autónomos, y alcanzamos el carácter de Universidad; nos decían que era imposible educar a distancia en algunas áreas del conocimiento, y hoy tenemos la mayor matrícula en programas virtuales como derecho, música y gestión deportiva; muchas instituciones desconfiaban de nuestra modalidad, y hoy agradecen que les hubiéramos ayudado a salir de la crisis que experimentaron con la pandemia; nos cuestionaron por muchos años, y hoy somos la universidad más grande del país en número de estudiantes; se nos acusó de no tener calidad, y tenemos acreditación institucional de alta calidad; hasta se nos ha acusado de tener un mal clima laboral y estamos en el top de instituciones Great Place to Work; y no nos quedamos solo en pregrados sino que contamos con una oferta para todos los niveles y públicos, ya tenemos toda la oferta posible en posgrados y también contamos con un sistema educativo que comienza en los niveles básicos de formación para la población.
Por eso somos UNAD: Una Universidad (con mayúscula, por todos sus desarrollos de calidad y áreas de impacto), Nacional (aunque con vocación internacional), Abierta (porque no excluimos) y a Distancia (porque llegamos a cualquier persona, sin importar donde esté).
Y todo esto gracias a nuestra maravillosa comunidad de líderes.
….ah, y vienen más doctorados en camino.
Jaime Alberto Leal Afanador, Ed.D
Rector