¿La ciudadanía se reduce solo a votar cada cuatro años?
El investigador y líder de la ZAO, Arley Camelo Ciro, nos demuestra que la respuesta es mucho más compleja. En su estudio con 178 estudiantes de la UNAD Acacías, analiza cómo los jóvenes imaginan y viven la ciudadanía en los foros virtuales del curso Ética y Ciudadanía.imaginan y viven la ciudadanía en los foros virtuales del curso Ética y Ciudadanía.
El hallazgo es inquietante: muchos reconocen la importancia de participar, pero aún existe una brecha entre la conciencia ciudadana y el ejercicio real de la ciudadanía, lo que pone en riesgo la participación política activa de los universitarios.
El reto de la ciudadanía hoy
Aunque la Constitución de 1991 abrió las puertas a la democracia participativa con mecanismos como el voto, el cabildo abierto o el referéndum, la práctica demuestra otra cosa:
- Persisten la desconfianza en las instituciones.
- El conflicto armado y la corrupción han erosionado la credibilidad en el Estado.
- Muchos jóvenes reducen su ciudadanía únicamente al acto electoral.
Este panorama revela una paradoja: mientras el marco legal y los discursos formales hablan de ciudadanía activa y participación amplia, en la vida cotidiana sigue predominando una visión limitada, individualista y desconectada de lo colectivo.
Lo que reveló la investigación
Al analizar los discursos en los foros virtuales, Camelo encontró que:
- Los estudiantes asocian sus posibilidades de ciudadanía con cómo valoran su entorno social: positivo o negativo.
- La percepción de corrupción, inseguridad y abandono estatal refuerza la apatía política.
- Existe conciencia de transformación social y de valores como la empatía, pero no siempre se traduce en acción concreta.
El espacio virtual se convirtió en un espejo de la realidad: los jóvenes expresan deseos de cambio, pero también frustraciones, dudas y la sensación de que la política no les pertenece. Esta tensión es clave, porque muestra que la ciudadanía no se enseña solo con teoría, sino que debe vivirse en contextos reales que conecten con las necesidades de la gente.
Ciudadanía: más allá del voto
La investigación permite afirmar que la ciudadanía va mucho más allá de un sufragio. Es un tejido de prácticas cotidianas que incluyen:
- Respetar la diferencia y promover la empatía.
- Cumplir deberes cívicos como el pago de impuestos o el cuidado del espacio público.
- Participar en debates comunitarios, colectivos sociales o movimientos estudiantiles.
- Usar las redes sociales como escenario político, para exigir, denunciar y proponer.
El reto está en convertir esa conciencia en acción. Porque de nada sirve saber que la corrupción nos afecta si no hay iniciativas colectivas para frenarla, o hablar de empatía si no se practica en la vida diaria.
La ciudadanía como experiencia vital
El estudio también nos recuerda que la ciudadanía no nace solo de un marco legal, sino de las experiencias vividas en distintos